Categorías: Aguas pluviales.
El proceso de nivelación de un terreno requiere una de dos prácticas, ya sea el corte o el relleno. El corte es el proceso de excavar material para rebajar el nivel de acabado con respecto al nivel existente, mientras que el relleno es el proceso de colocar material para elevar el nivel existente hasta el nivel de acabado.
A efectos de este post, vamos a centrarnos en el proceso de relleno. La tierra se coloca en el relleno y luego se compacta con el fin de proporcionar la fuerza necesaria para resistir el movimiento y el asentamiento. Este proceso suele hacerse para crear zonas grandes y planas en la parte superior con zonas empinadas e inclinadas a lo largo del perímetro para volver al nivel existente. Aunque el suelo se haya compactado, la introducción de agua en el relleno -especialmente cuando hablamos de la retención de agua- lleva a la gente a creer que no se puede instalar un sistema subterráneo de aguas pluviales.
La introducción de agua es preocupante porque puede reducir la cohesión del suelo, permitiendo así que éste se mueva. También puede causar efectos adversos como la erosión o el entubamiento (el proceso por el que el agua sigue las tuberías de la infraestructura). Sin embargo, estos problemas son fácilmente evitables. Al encerrar el sistema de gestión de aguas pluviales en un revestimiento impermeable, se pueden sellar completamente todas las juntas y evitar las fugas. Es muy recomendable utilizar un revestimiento fabricado con HDPE (polietileno de alta densidad) o PVC (cloruro de polivinilo) para garantizar su rendimiento. Estos revestimientos vienen incluso con componentes específicos para garantizar que los puntos de conexión estén correctamente sellados a los revestimientos y se eviten las filtraciones en la conexión.